Clamor en RD por un Código Penal con penas más severa
En el corazón del debate público y político de la República Dominicana resuena una exigencia cada vez más fuerte: la necesidad de un nuevo Código Penal. No se trata solo de una actualización, sino de un cambio profundo que, según las más altas esferas del gobierno, debe incluir castigos más severos para quienes infrinjan la ley. La discusión ha cobrado un nuevo impulso con las recientes declaraciones del presidente Luis Abinader, quien ha puesto sobre la mesa una postura firme y clara.
El mandatario sostiene que la modernización de la normativa penal es un paso fundamental para fortalecer la lucha contra la delincuencia y dar respuestas efectivas a la sociedad. Este llamado a la acción se produce en un momento crucial, justo cuando el Congreso Nacional acelera los debates para aprobar la esperada reforma antes de que finalice la legislatura.
La Postura Firme del Presidente Abinader
El mensaje del presidente Luis Abinader fue directo y no dejó lugar a dudas. Su gobierno considera que el actual marco legal es insuficiente para los desafíos que enfrenta el país en materia de seguridad. Para el jefe de Estado, el Código Penal República Dominicana necesita una revisión que vaya más allá de lo cosmético.
“El Código Penal, repito, necesita endurecer las penas, eso es fundamental porque tanto la Policía e incluso también la justicia se le hace difícil cumplir con las necesidades que tiene la sociedad actual”, afirmó el mandatario en declaraciones recogidas por el Listin Diario.
Esta declaración subraya una preocupación central: las herramientas legales con las que cuentan las fuerzas del orden y el sistema judicial no se corresponden con la realidad del crimen en el siglo XXI. La propuesta de endurecer penas Abinader busca enviar un mensaje claro de que no habrá tolerancia con la criminalidad y que las consecuencias de delinquir serán significativamente más graves. Es un intento por restaurar la percepción de autoridad y garantizar que el castigo sea proporcional al daño causado.
El Respaldo Clave de la Procuraduría General
La visión del presidente no es una voz aislada. Encuentra un eco poderoso en la máxima representante del Ministerio Público, la procuradora general de la República, Yeni Berenice Reynoso. Su apoyo a la reforma añade un peso técnico y jurídico a la discusión, validando la urgencia del cambio desde la perspectiva de quienes persiguen el delito día a día.
Reynoso ha sido enfática al señalar que el sistema de justicia dominicano opera con reglas de juego obsoletas. “Tenemos un marco jurídico desactualizado con penas irrazonables que, en muchos casos, no son ni mínimamente proporcionales al daño causado”, sentenció la procuradora.
¿Por qué las penas actuales se consideran "irrisorias"?
La palabra "irrisoria" utilizada por la procuradora describe una realidad frustrante para las víctimas y las autoridades. Se refiere a situaciones donde delitos graves, que generan un profundo daño social y personal, son sancionados con castigos leves que no disuaden a futuros infractores. Esto crea una sensación de impunidad que debilita la confianza de los ciudadanos en el sistema de justicia. Un código penal moderno debe establecer una escala de sanciones que refleje la gravedad de cada crimen, asegurando que los delincuentes enfrenten consecuencias justas y severas.
La Carrera Contra el Reloj en el Congreso
Mientras el Ejecutivo y la Procuraduría marcan la pauta, la responsabilidad final recae sobre los hombros del Congreso Nacional. La presión aumenta a medida que se acerca la fecha límite del 26 de julio, día en que concluye la legislatura actual.
El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, ha manifestado optimismo, asegurando que existe una voluntad mayoritaria entre los legisladores para sacar adelante el proyecto. Según Pacheco, la "generalidad" de sus colegas comprende la importancia histórica de esta reforma, que ha estado pendiente por décadas.
La aprobación del nuevo código no solo respondería al llamado del presidente, sino que también saldaría una deuda de larga data con la sociedad dominicana. Un nuevo marco legal, más robusto y adaptado a los nuevos tipos de delitos, es visto como una pieza clave en el rompecabezas de la seguridad ciudadana, un tema que encabeza las preocupaciones de la gente.
Un sistema con penas débiles y leyes anticuadas afecta la percepción de seguridad en los barrios, la confianza para invertir en un negocio y la tranquilidad de las familias.
Cuando los ciudadanos sienten que la ley no protege adecuadamente a las víctimas ni castiga con firmeza a los culpables, se erosiona el tejido social. Por ello, la discusión sobre endurecer las penas no es un asunto abstracto; es una conversación sobre el tipo de país que los dominicanos quieren construir: uno donde la ley se respete y la justicia sea una realidad tangible para todos.
Fuente: Listin Dirario Enviado Por Laura Peña
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