Una reciente publicación en la cuenta oficial de Instagram atribuida al controversial detective Ángel Martínez desató una ola de preocupación y especulaciones entre sus miles de seguidores este pasado miércoles.

La imagen compartida, que mostraba a Martínez en un aparente entorno clínico, venía acompañada de mensajes que sugerían un estado de salud crítico, incluso mencionando la necesidad de una intervención cardiológica urgente. Este tipo de noticias, especialmente cuando involucran a figuras públicas, tienden a viralizarse rápidamente, generando un considerable revuelo en el panorama digital.

La Foto que Encendió las Alarmas en Redes

La fotografía en cuestión no tardó en ser replicada y comentada. Mostraba a Ángel Martínez con semblante serio en lo que parecía ser una camilla o sillón de revisión médica. Los textos que la acompañaban, cargados de un tono alarmista, hablaban de una "emergencia de salud" y de la supuesta intervención inminente de un cardiólogo. Como es natural en estos casos, la comunidad online reaccionó de inmediato, con mensajes de apoyo, preguntas y, por supuesto, una creciente incertidumbre sobre la verdadera condición del detective.

La falta de información oficial y detallada en un primer momento solo sirvió para alimentar la maquinaria de rumores, un fenómeno común en la era de la inmediatez digital.

Afortunadamente, horas después de que la noticia comenzara a circular profusamente, el cardiólogo internista Dr. Óscar Ortega, quien figura en la publicación como el médico tratante en el Centro Médico Elohim, decidió tomar cartas en el asunto para esclarecer la situación. Mediante una carta oficial, el galeno no solo desmintió categóricamente que Ángel Martínez se encontrara en una situación de emergencia, sino que también expresó su profundo malestar por el manejo de la información y la utilización no consentida de su imagen y la de su consultorio.

Un Chequeo de Rutina, No una Emergencia Médica

El Dr. Ortega fue enfático en su comunicado. En uno de los fragmentos clave de su carta, aclara: “Deseo aclarar de manera categórica que dichas fotografías fueron tomadas sin mi autorización, conocimiento ni consentimiento previo o posterior […] El señor Ángel Martínez acudió a consulta médica rutinaria en calidad de paciente ambulatorio”. Esta declaración es fundamental, ya que transforma completamente la narrativa inicial. Lo que se presentó como un cuadro alarmante, según el especialista, no fue más que un chequeo de rutina, una práctica médica común y preventiva que no implicaba el dramatismo que se le quiso imprimir en redes sociales. Este tipo de desmentido médico es crucial para frenar la desinformación.

Más allá de la aclaración sobre el estado de salud de Martínez, el Dr. Ortega denunció un hecho que considera grave y que atenta contra la ética médica y la privacidad profesional. Señaló que tanto su imagen personal como la de su consultorio médico fueron claramente identificables en las publicaciones difundidas, todo esto sin que él fuera informado previamente ni otorgara su consentimiento para tal exposición.

Fuente: N Digital