El mundo del boxeo vivió una noche intensa y llena de sorpresas en Riad, Arabia Saudita. Saúl "Canelo" Álvarez no solo recuperó su estatus como campeón indiscutido del peso supermediano al vencer a William Scull, sino que apenas minutos después, el escenario estaba listo para anunciar su próximo gran desafío: una pelea contra el temible Terence Crawford en septiembre. Este evento marca un nuevo capítulo en la ya legendaria carrera del mexicano y promete una de las peleas más esperadas de los últimos tiempos.

La Batalla por la Supremacía en Riad

La pelea contra William Scull no era una más para Canelo Álvarez. Estaba en juego la posibilidad de volver a unificar todos los cinturones importantes de las 168 libras (AMB, CMB, OMB y FIB). Canelo había sido despojado del título de la FIB meses atrás por no pactar la defensa obligatoria precisamente contra Scull. Ahora, tenía la oportunidad de recuperarlo y consolidarse, por segunda vez en su carrera, como el rey absoluto de la división.

El combate se llevó a cabo en un horario poco común, de madrugada en Arabia Saudita, para coincidir con el horario estelar en Estados Unidos. Esta fue la primera vez que Canelo peleaba fuera de América (Estados Unidos o México) como profesional, lo que añadía un elemento extra de adaptación.

Scull, un boxeador cubano que llegaba invicto en 23 peleas, presentó un estilo complicado. Se movió constantemente por el ring, esquivando y tratando de mantener la distancia. Esta táctica pareció frustrar por momentos a Canelo, quien prefiere oponentes que van más al frente. El propio Álvarez admitió después que no le gusta enfrentar ese tipo de estilo huidizo.

Los primeros asaltos fueron de estudio. Poco a poco, la intensidad subió. Scull lanzaba muchos golpes, pero su efectividad era baja. Canelo Álvarez, fiel a su experiencia, mantuvo la calma. Buscó pacientemente los huecos, enfocándose en conectar golpes de poder, especialmente al cuerpo. Las estadísticas finales reflejaron esta dinámica: Scull lanzó casi el doble de golpes (293 contra 152 de Canelo), pero Canelo conectó ligeramente más golpes al cuerpo (56 a 55), siendo estos más significativos.

Al final, la decisión de los jueces fue clara a favor del mexicano, aunque con tarjetas variadas: 115-113, 116-112 y una más amplia de 119-109. Con esta victoria, Canelo no solo defendió sus títulos WBA, WBC y WBO, sino que recuperó el cinturón IBF, volviendo a ser campeón indiscutido. Su récord profesional mejoró a 63 victorias, 2 derrotas y 2 empates, con 39 nocauts. Sigue invicto en 10 peleas dentro del peso supermediano.

Lo que sucedió después de la pelea fue casi tan impactante como la victoria misma. Apenas se anunciaba el resultado, Turki Alalshikh, la figura clave detrás de los grandes eventos deportivos en Arabia Saudita, subió al cuadrilátero. Pidió que se despejara el espacio y, para sorpresa de todos, hizo subir desde la audiencia a Terence Crawford, otro de los grandes nombres del boxeo actual.

Con Canelo aún portando los cuatro cinturones, Alalshikh orquestó un cara a cara improvisado. "Ahora queremos hacer el cara a cara para la pelea del siglo", anunció a la multitud emocionada. "Será entre los dos grandes peleadores de nuestra generación". La fecha tentativa: septiembre.

Choque de Titanes: Canelo vs. Crawford

El anuncio de una pelea entre Saúl Álvarez y Terence Crawford electrificó al mundo del boxeo. Se trata de un enfrentamiento entre dos púgiles considerados entre los mejores libra por libra del planeta, ambos campeones mundiales en cuatro divisiones de peso distintas.

Canelo Álvarez, a sus 34 años, ha conquistado títulos desde el peso superwélter hasta el semipesado, aunque ha encontrado su dominio más consistente en las 168 libras (supermediano). Su poder, defensa e inteligencia sobre el ring lo han convertido en la cara del boxeo durante años.

Terence "Bud" Crawford, de 37 años, ostenta un récord invicto de 41 victorias (41-0). Ha sido campeón indiscutido en dos divisiones (superligero y wélter) y ha ganado títulos desde el peso ligero hasta el superwélter. Para enfrentar a Canelo, Crawford tendrá que subir significativamente de peso, lo que añade una capa extra de intriga al combate.

Ambos peleadores mostraron respeto mutuo tras el anuncio. "Me siento genial. Crawford es uno de los mejores y, ya sabes, me gusta compartir el ring con ese tipo de peleador", comentó Canelo. "Es un placer para mí".

Crawford, quien presenció la pelea de Canelo desde ringside, también expresó su entusiasmo: "Me siento genial. Me siento bendecido… En septiembre mostraré al mundo cómo se ve la grandeza".

La confirmación de Canelo vs. Crawford para septiembre es una noticia monumental para el deporte. Enfrenta a dos maestros del boxeo con estilos diferentes pero igualmente efectivos. Canelo, el contragolpeador poderoso y calculador; Crawford, el técnico ambidiestro, rápido y adaptable.

La cuestión del peso será un factor clave. ¿Podrá Crawford llevar su velocidad y habilidad a una división superior contra un peleador naturalmente más grande y fuerte como Canelo? ¿O la potencia de Canelo será demasiado para el invicto estadounidense?

Más allá de las tácticas, esta pelea representa un choque de legados. Ambos buscan consolidar su lugar en la historia del boxeo. Para los aficionados, es la materialización de un "mega-combate" que se ha discutido durante años.