La relación entre figuras poderosas siempre genera interés. Recientemente, las declaraciones de Donald Trump sobre Elon Musk han causado revuelo. Según Trump, Musk "no deja realmente" el gobierno de EE. UU. Esta afirmación surge a pesar de que Musk anunció su salida de una importante iniciativa de recorte de gastos. 

En una rueda de prensa en el Despacho Oval, se esperaba una despedida formal para Elon Musk. Él había estado liderando un esfuerzo para reducir gastos en la administración. Sin embargo, Donald Trump pintó un cuadro diferente. Afirmó que Musk, quien fue un importante patrocinador de su campaña, "iba a estar yendo y viniendo". Esto sugiere una colaboración continua, aunque quizás menos formal.  

Trump elogió a Musk por su trabajo en el llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental (Doge). Lo describió como responsable del "programa de reforma gubernamental más amplio y trascendental en generaciones". Es importante notar que Musk lucía un ojo morado durante esta aparición, un detalle que ha generado curiosidad.  

¿Por Qué Se Anunció la Salida de Musk?

El tiempo de Musk al frente de Doge terminó antes de lo previsto. Según informes, hubo desacuerdos con aspectos clave de la agenda política de la administración. Originalmente, se esperaba que Musk dirigiera el departamento hasta el próximo verano.

Además, el empresario de 53 años necesitaba centrarse más en sus propias compañías. Mencionó una "reacción negativa" por sus vínculos con la administración Trump. Esto afectó especialmente a Tesla, su empresa de coches eléctricos. Las ventas de Tesla cayeron en el trimestre anterior, sobre todo en Europa. Allí, la administración Trump no goza de mucha popularidad.  

La Defensa de Doge y sus Logros

A pesar de su partida formal, Musk defendió su trabajo en Doge. Esta iniciativa revisó varias agencias gubernamentales. Por ejemplo, desmanteló la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). También canceló contratos ligados a iniciativas de diversidad o causas consideradas progresistas.  

"Este no es el fin de Doge, sino realmente el principio", declaró Musk. Explicó que la iniciativa se está expandiendo. Miembros de su equipo ahora están integrados en diversas agencias gubernamentales.

Musk también habló de los ahorros logrados por Doge. Se comprometió a encontrar 2 billones de dólares en despilfarro y fraude. Hasta ahora, se han identificado 175.000 millones de dólares en ahorros. Sin embargo, una investigación del Financial Times señaló que esta cifra podría tener duplicados y estimaciones infladas. Musk se mostró confiado: "Con el tiempo veremos un billón de dólares en ahorros". Añadió que Doge estaba "en camino de lograrlo… para mediados del próximo año".

Incluso bromeó sobre la percepción de Doge, diciendo: "Nos convertimos en el fantasma de Doge; cualquier recorte, en cualquier lugar, se le atribuiría". Curiosamente, Musk evitó responder preguntas sobre un informe del New York Times. Este informe lo acusaba de consumir drogas ilegales durante la campaña de Trump.  

Durante sus cuatro meses en el cargo, Musk tuvo roces con altos funcionarios. Entre ellos, Scott Bessent del Tesoro. Incluso criticó políticas importantes de la administración. Se opuso públicamente a la política comercial de la Casa Blanca. También afirmó que un ambicioso proyecto de ley fiscal "socava" el trabajo de su equipo Doge.  

A pesar de estas críticas, Trump ha evitado confrontar a Musk. Se cree que esto se debe al importante apoyo financiero de Musk a su campaña, que superó los 250 millones de dólares. De hecho, Trump predijo que los ahorros de Doge serían "mucho más sustanciales con el tiempo". Dijo que las "cifras podrían duplicarse y triplicarse". En la misma rueda de prensa, Trump defendió sus aranceles frente a Musk, afirmando su importancia para la nación.

La situación entre Elon Musk y la administración Trump es compleja. Aunque Musk formalmente deja su rol en la iniciativa Doge, las palabras de Trump sugieren una puerta abierta. El impacto real de Doge y la naturaleza de la futura relación de Musk con Washington son temas que seguirán generando debate. Lo que es claro es que las figuras influyentes como Musk a menudo mantienen líneas de comunicación con el poder, incluso cuando sus roles oficiales cambian.  

Fuente de la información: El Financial Times.