El ambiente en el Medio Oriente se siente cada vez más tenso. En una movida que refleja la gravedad de la situación, el gobierno de Estados Unidos ha comenzado a evacuar a su personal no esencial de la embajada en Israel. Este plan de retiro incluye también a los familiares de los diplomáticos, en respuesta directa al creciente conflicto entre Israel e Irán que amenaza con escalar a un nivel regional con consecuencias impredecibles.
La información, confirmada por dos funcionarios estadounidenses que prefirieron mantener el anonimato, detalla que la embajada activó su protocolo de “salida autorizada”. Esto significa que el personal que no cumple funciones críticas y sus familias pueden abandonar Israel con todos los gastos cubiertos por el gobierno de EEUU. De hecho, un primer avión con varios funcionarios y sus seres queridos ya despegó el pasado miércoles, marcando el inicio formal de esta operación preventiva. La postura de Donald Trump en este escenario es seguida con lupa, mientras define la estrategia a seguir.
La Logística de una Salida Anunciada
La decisión de evacuar no fue una sorpresa total. Poco antes de que el primer vuelo partiera, el embajador de Estados Unidos en Israel, Mike Huckabee, utilizó la plataforma social X para comunicar que la embajada ya estaba haciendo los arreglos necesarios. Mencionó la preparación de vuelos de evacuación y hasta el posible uso de barcos privados para garantizar la salida segura de los ciudadanos estadounidenses que así lo deseen.
Aunque el Departamento de Estado no ha ofrecido una cifra exacta de cuántas personas fueron evacuadas en este primer contingente, el mensaje es claro: la seguridad de su gente es la prioridad. La medida subraya la seriedad con que Washington ve el actual conflicto Israel Irán, una confrontación que ha visto un intercambio de fuego directo y sin precedentes en los últimos días.
El Apoyo de Trump y la Estrategia de Israel
En medio de esta crisis, las alianzas se reafirman. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, no tardó en agradecer públicamente al presidente estadounidense Donald Trump. "Quiero agradecer al presidente Trump, un gran amigo del Estado de Israel, por estar de nuestro lado y por el apoyo de Estados Unidos en la defensa de los cielos de Israel", declaró Netanyahu en un mensaje televisado.
Este agradecimiento pone de relieve la crucial ayuda militar y tecnológica que Israel recibe de su aliado. Aunque la Casa Blanca asegura que no participa directamente en las operaciones militares, su contribución es fundamental para los sistemas de defensa aéreos israelíes, como el Domo de Hierro. Informes indican que activos militares estadounidenses en la región, incluido un destructor de la Marina, jugaron un papel en la intercepción de misiles iraníes.
¿Una Participación Directa de EEUU?
La gran pregunta que todos se hacen es si Estados Unidos se involucrará militarmente. El propio Donald Trump ha jugado con esa posibilidad, pidiendo la "rendición incondicional" de Irán. Sin embargo, más recientemente aclaró que todavía no ha tomado una decisión final, manteniendo al mundo en vilo. Mientras tanto, la operación por la que EEUU evacúa diplomáticos en Israel continúa como una señal de precaución.
Por su parte, Netanyahu se mostró firme, asegurando que Israel está golpeando los intereses estratégicos de Irán "con tremendo poder". Enumeró objetivos clave como el programa nuclear, instalaciones de misiles y cuarteles militares. Con honestidad, también reconoció que el conflicto ha dejado "numerosas y dolorosas pérdidas" para su país, pero finalizó con un mensaje de fortaleza: "El frente interno es sólido, el pueblo es fuerte y el Estado de Israel es más fuerte que nunca".
El escenario sigue abierto y la comunidad internacional observa con preocupación, esperando que la diplomacia pueda encontrar un camino para calmar las aguas antes de que el conflicto se expanda sin control.
Fuente: Infobae
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