Las protestas "No Kings" en EE.UU. han tomado las calles este sábado 18 de octubre, marcando una jornada masiva de movilización ciudadana. Se espera que millones de personas en los cincuenta estados del país participen en lo que podría ser uno de los días de demostración más grandes en la historia reciente de Estados Unidos.
Los eventos, programados en más de 2,700 lugares distintos, abarcan desde las grandes metrópolis hasta pueblos pequeños. Todos se unen bajo un mensaje claro contra lo que describen como un peligroso deslizamiento hacia el autoritarismo.
Este movimiento no es la primera vez que se hace sentir. Es la segunda gran convocatoria realizada por la coalición "No Kings". La primera demostración, ocurrida en junio pasado, también logró reunir a millones y estableció un precedente. El nombre "No Kings" (Que significa "No Reyes") es una referencia directa y simbólica a los principios fundacionales de Estados Unidos. Rechaza la idea de un gobernante que actúe con poder absoluto, por encima de las leyes y las instituciones democráticas.
¿Cuál es el mensaje central de la protesta?
El lema principal de los organizadores es recordar al gobierno que "América no tiene reyes". Según el sitio web de la coalición "No Kings", el eslogan nació en las calles y une a la gente para "luchar juntos contra la dictadura". Los participantes ven en las acciones recientes de la administración una consolidación de poder. Mencionan específicamente el despliegue de fuerzas federales en ciudades y los intentos de desafiar a los tribunales.
El diario británico The Guardian, que ha dado cobertura en vivo a los eventos, señala que la protesta busca oponerse a la agenda general de la administración. Esto incluye políticas de inmigración más estrictas y lo que los sindicatos describen como un ataque a los derechos de los trabajadores. La gente sale a marchar frustrada por una variedad de temas, desde la economía hasta la erosión de las libertades civiles.
Una coalición diversa y organizada
Detrás de estas manifestaciones contra Trump hay una red amplia y diversa de más de 200 organizaciones. El grupo progresista Indivisible es uno de los principales organizadores. Junto a ellos marchan grupos de derechos civiles de gran peso como la Aclu (Unión Americana de Libertades Civiles). También se han sumado sindicatos muy importantes, como la Federación Americana de Maestros y el Seiu (Sindicato Internacional de Empleados de Servicios).
Jaime Contreras, un vicepresidente del Seiu, expresó a The Guardian que los miembros del sindicato están en las calles porque "América pertenece a la gente, a los trabajadores, no a los multimillonarios o a unos pocos políticos que piensan que pueden gobernar como reyes". Esta participación sindical muestra una base de descontento que va más allá de la política partidista y se centra en asuntos laborales y económicos.
Reacciones y el color amarillo
La jornada no está libre de tensiones. Aliados políticos de Donald Trump han buscado desestimar las protestas "No Kings" en EE.UU., calificándolas de "antiestadounidenses" o "mítines de odio". Han sugerido que son lideradas por grupos radicales. En respuesta a esto, algunos gobernadores, como Greg Abbott de Texas, han movilizado a la Guardia Nacional en ciudades como Austin.
Para contrarrestar esta narrativa y mostrar unidad, los organizadores pidieron a los asistentes que vistan de color amarillo. Esta elección de color no es casual. Busca ser una señal "brillante, audaz e imposible de ignorar". Además, sirve para alinear simbólicamente este movimiento estadounidense con otras demostraciones prodemocracia que han usado el amarillo en lugares como Hong Kong y Ucrania.
Los organizadores han insistido en el carácter pacífico de las marchas. En junio, la gran mayoría de los eventos transcurrieron sin incidentes mayores, aunque se reportaron algunos roces con la policía en ciudades como Los Ángeles y Portland. La coalición reitera que el derecho a reunirse pacíficamente es una herramienta clave de la democracia estadounidense, y ha pedido a los millones de asistentes que se mantengan no violentos.
A medida que avanza el día, la participación parece confirmar las proyecciones. Las calles de todo el país se han convertido en el escenario principal donde los ciudadanos expresan su descontento. La movilización de hoy sábado demuestra la fuerte capacidad de organización de esta coalición y la preocupación de un amplio sector de la población.
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